Hace unos días tuve una conversación de lo más cotidiana y sencilla con una persona de mi entorno laboral. No imaginaba las revelaciones que tendría para mi ese simple intercambio.
Pero antes de seguir y para poneros en contexto, si es la primera vez que os pasais por aquí ( o si no habéis leido alguna de las publicaciones donde lo menciono ) os cuento que soy profesora de inglés en una EOI (Escuela oficial de idiomas) de Andalucía.
Y como muchos docentes de este país, a pesar de los 15 años que llevo como funcionaria en el cuerpo, por desgracia no tengo un destino definitivo cerca del lugar donde vivo y me toca estar en carretera más tiempo de lo que me gustaría.
Tengo la suerte este año de poder compartir con un compañero gran parte de los 65 kms por trayecto desde mi casa hasta el centro de trabajo. Por suerte, desde el año pasado trabajo a media jornada ( os invito a leer Un septiembre diferente, la entrada donde cuento qué me llevó a tomar esta decisión ) y sólo tengo que acudir al centro varios días a la semana. Él debe hacerlo a diario.
Todo ese tiempo compartido da para muchas charlas sobre lo divino, lo humano y lo más terrenal. Así que en el trayecto de vuelta mi compañero, mientras conducía, me comentaba las dificultades de conciliar vida personal y laboral cuando se tienen niños, una hora por trayecto diario al trabajo, hay que preparar clases, corregir, ir al super, y todas esas cotidianidades que a todos nos resultan familiares
En un momento puntual, él me preguntó prudente:
Bueno, Laura, y tú que ya no tienes que volver al trabajo hasta el día X…Uhm…¿Qué… a qué dedicas …en fin…?
Sentí que no podía terminar de formular una pregunta concreta sin parecer demasiado cotilla. O quizá pensó que se estaba metiendo donde no le llamaban. Lo cierto es que a mí me hizo mucha gracia su titubeo y le contesté:
Sí vamos, quieres preguntarme que qué narices hago con tanto tiempo libre, con ese tiempo en el que no estoy trabajando.
Él se rió y yo comencé a contarle un poco acerca de mis rutinas y las actividades a las que dedicaba parte de ese tiempo. Cuando llegamos al punto de encuentro donde yo tenía aparcado mi coche, nos despedimos como todos los días.
Estas dos frases que cito y mi respuesta posterior pueden parecer, en sí mismas, bastante insignificantes.
Fue al conducir de vuelta a casa, cuando me dí cuenta de dos cosas:
💡 La primera, cómo una decisión tomada en respuesta a un evento que se escapaba a mi control ha supuesto un cambio tan poderoso en mi vida. Trabajar a media jornada no estaba planeado. Una serie de errores y circunstancias coincidieron y me empujaron a contemplar una opción que no tenía cabida en mi marco de referencia anterior.
Y en esa serendipia siento que está la clave: cuando nos abrimos ( incluso con fuertes luchas internas ) a otras opciones, la vida ( el universo, Dios, el Karma, Gaia, la Pachamama, la energía, llámalo X ) nos ofrece variedad y riqueza, genera nuevas vías hacia lugares desconocidos, crea realidades donde antes sólo había nada.
Para mí, esa nada se ha ido enriqueciendo de experiencias, tiempo de calidad con los míos, más tiempo para trabajar en mi desarrollo personal, a través de una vida más slow, más a mi ritmo, un estar desde el ser y no desde la simple presencia física. Así que doy gracias al universo y a esa vocecita interior: ambos me señalaban, como buenos agentes de pista en un aeropuerto, el rumbo que debía tomar el siguiente vuelo de mi vida.
Esa misma tarde, la de la conversación, al llegar a casa comencé a preparar actividades para mi alumnado de C1.1. La temática a tratar era success, achievements and failure, ( éxito, logros y fracasos ) y una de las preguntas era qué figuras te inspiran y te sirven de ejemplo en tu vida.
💡 En ese momento, llegó una segunda revelación: la gran responsabilidad que conlleva ser, a menudo sin quererlo, un ejemplo para otros, y del gran poder asociado a hacer las cosas a tu manera, pensar y actuar de forma un tanto diferente al resto. Hay una expresión en inglés que describe ese pensar de manera distinta, tener ideas propias novedosas o fuera de lo común; to think outside the box. En esencia, ser creativo, innovador, auténtico y original.
Solemos asociar esa forma de ver y pensar el mundo de manera creativa con personas ingeniosas que han dejado una marca en la historia, algunos anónimos (¿quién fue el primer ser humano que encendió una hoguera?), otros bien conocidos ( Da Vinci o Marie Curie ). Sin esta forma diferente de contemplar la realidad, las ideas, descubrimientos o invenciones más revolucionarios como la rueda, la imprenta, o Internet no existirían. El ser humano sería una especie muy distinta hoy.
Pero si bien estas grandes figuras han inspirado a muchos y continuan haciéndolo aún hoy, ¿acaso no somos todos, en mayor o menor medida, fuente de inspiración y ejemplo para otros? Para mí, son las personas más cotidianas a las que veo sufrir, amar, reir, llorar, cambiar de rumbo, superarse, crecer, caerse y levantarse las que constituyen un ejemplo a seguir, con las que conecto profundamente, y me abren esas nuevas vías hacia un hacer, pensar y construir realidades de manera diferente.
Me di cuenta entonces de cómo, el simple y sencillo hecho de decidir dejar de trabajar a tiempo completo o de comenzar a escribir en un blog, puede convertirse de repente en algo novedoso para alguien. Y cómo mi propio ejemplo, mi propio camino por pequeño e insignificante que sea in the grand scheme of things, tiene un gran poder. No desde el ego y su ambición en la búsqueda eterna de reconocimiento, sino desde la humildad. Desde la belleza y la satisfacción de iluminar nuevos caminos, opciones y realidades para otros que, cómo me ocurría a mí hace unos años, jamás se han planteado esa alternativa.

Ya conozco bastantes personas planteándose vivir de otra forma, tomando medidas para ello, cambiando sus prioridades, buscando una vida más acorde a quiénes son. Quizá es serendipia, o tal vez energía generada por ese cambio de rumbo de muchos de ellos, pero me emociona a la vez que me aterra mirar hacia atrás y ver que hay gente detrás que se pregunta qué hago “con tanto tiempo libre”. ¿Quién sabe esa pregunta dónde les puede llevar?
Así que no dejo de preguntarme:
🗝️ ¿Acaso hay algo más bonito y gratificante en este mundo absurdo que ser la llave que abre caminos para otros? ¡Aunque sea una sola persona!
🌱 ¿No es una enorme pero maravillosa responsabilidad la de plantar, sólo por hacer las cosas de manera un poquito diferente al resto, la semilla de la posibilidad en esa nada?
❤️🔥 ¿Qué personas de tu entorno te inspiran?¿Quién/quiénes, a lo largo de tu vida o en un momento puntual, te han servido de ejemplo?
¡Me encantará leerte, como siempre!
Desde el corazón.
Pues tú eres una de ellas, Laura, por cómo y "desde dónde" te expresas en éste, tu espacio. No te conozco mucho, pero se puede decir que eres una persona de mi entorno, ¿no? 😊
Las personas que abrís la boca y expresáis opiniones personales o reflexiones íntimas a riesgo de ser malinterpretadas o juzgadas, sois una grandísima inspiración para mí. Y siempre me he fijado mucho en las personas así.
Yo, con mis traumas (de ésta y, probablemente, otras vidas) relacionados con el peligro de la auto-expresión y el ser diferente, aprendo mucho y junto fuerzas al leer o conocer a personas que, como tú, se expresan con autenticidad y libertad en público.
Así que GRACIAS por ser una inspiración para mí. 😌🙏