Hace un tiempo leía un artículo que hacía un llamamiento a la cautela ante la gran cantidad de “expertos” del bienestar que están apareciendo en redes; lo cierto es que este mundo hiper digitalizado permite a much@s esconderse tras una pantalla y hace muy difícil reconocer a los verdaderos profesionales de los “gurús”.
El artículo lo escribía una psicóloga que expresaba también, y no puedo estar más de acuerdo con ella, que hay quien intenta sacar partido de la ingenuidad de las personas amparándose en un título académico. Lo que me rechinó fue que calificaba a la alta sensibilidad como una etiqueta demasiado amplia y con poca validez científica, pero sí reseñaba el concepto de Sensibilidad De Procesamiento Sensorial (SPS).
Ante esta afirmación me dediqué a preguntar a psicólog@s y a otras personas que conocían el rasgo, y a seguir leyendo e informándome para ver si efectivamente esto era tan controvertido como parecía. La conclusión a la que he llegado es que aún hay mucho desconocimiento al respecto entre los propios psicólogos y terapeutas, y que parece haber cierta confusión terminológica.
En The Highly Sensitive Person (El don de la alta sensibilidad en español) la psicóloga e investigadora americana Elaine Aron acuñó el término de alta sensibilidad, que lleva investigando desde 1991, y establecía 4 características o pilares principales: la profundidad de procesamiento de la información, la sobreestimulación, una alta emocionalidad y empatía, y una mayor sensibilidad sensorial y atención al detalle y las sutilezas que las personas que no son altamente sensibles.
Estos cuatro pilares son comunes pero eso no quiere decir que todas las PAS seamos iguales; hay PAS introvertidas y otras más extrovertidas, también las hay más artistas y creativas y otras con un perfil perfeccionista más o menos marcado o que tienen una mayor o menor sensibilidad a determinados olores y/ ruidos.
Si bien el término científico que se utiliza para denominar a las personas que muestran estas características es Sensibilidad De Procesamiento Sensorial (SPS), en esencia es lo mismo que el término alta sensibilidad; personas con un sistema nervioso central más “fino”, que tienen una mayor reactividad a los estímulos emocionales. Esta alta sensibilidad, no es una enfermedad ni un problema mental sino un rasgo de la personalidad, una forma de ser diferente a aquellas personas que no lo son.
Como ejemplo del primer pilar, las PAS tenemos una tendencia a analizar (y sobre analizar) la información con mayor profundidad, que es algo muy positivo puesto que somos capaces de ver o detectar cosas que otros no perciben y aportamos ideas, matices y perspectivas diferentes y originales: el pensamiento arbóreo va de la mano de una manera de procesar la información con mayor detalle e intensidad.
Esto no quiere decir que una persona que no sea altamente sensible no le de vueltas a las cosas, no pase noches sin dormir buscando la solución a algo, o no tenga imaginación para resolver problemas, pero quizá le resulte más fácil salir del bucle de pensamiento o no se enganche a ellos de la misma forma, o quizá le ocurra de manera puntual mientras que para las AS forma parte de nuestra forma de ser.
Esta forma tan intensa de procesar la información es un foco de estrés y agotamiento fruto de las intensas rumiaciones; ponernos en distintas situaciones en previsión de lo que pudiera ocurrir, hipotéticas eventualidades y apocalipsis varios, de una idea de la cual salen tres más e intentar volver a la anterior habiendo establecido ya numerosas conexiones entre ellas… Todo esto puede llevar a muchas PAS al cansancio crónico y es de extrema importancia aprender estrategias para reconocer cuando estamos entrando en bucle y gestionar todo este ruido mental para poder vivir con mayor calma y serenidad.
Por ello, seleccionar muy bien en manos de quien nos ponemos para llevar a cabo un proceso terapéutico es extremadamente importante, pero puede resultar muy complicado. Si bien debemos informarnos muy bien antes de contactar con alguien a través de las redes o una página web, a veces la recomendación de un tercero tampoco es garantía de que la relación con ese profesional vaya a resultar fluida y la terapia por tanto, efectiva.
De hecho, cuando se comienza cualquier proceso de estas características nunca sabes de entrada si habrá conexión o si su modo de trabajar te va a hacer sentir incómoda, al igual que puede ocurrir con cualquier otro especialista del ámbito sanitario.
Lo que me parece esencial ante todo es que cada persona siga su propio proceso y camino de autoconocimiento que no sabemos dónde nos puede llevar. Y si la alta sensibilidad te ha resonado por algún motivo quizá ha llegado a tí para aportar una visión más compleja, completa y global de tu propia personalidad e identidad. Y para que te conozcas mejor, yo aquí te iré contando más sobre esta gran desconocida.
Desde el corazón,
Laura