Sigo habitando los límites de mi mundo conocido: confieso que está siendo un lugar de lo más incómodo. En esta frontera entre lo que fue y lo que aún no es, imagino innumerables escenarios.
Sentada frente a mi lienzo en blanco, con mi pluma en la mano y el corazón desubicado, los perfiles de esas historias dibujadas por mi mente se vuelven, por momentos, realidades absurdas y ficciones posibles.
“Quizá - me pregunto - si cierro los ojos, y echo la vista atrás, encuentre pistas sobre qué relieves debo plasmar en este mapa de lo incierto”.
Siento un pinchazo en el pecho. Me sacude la memoria de una emoción: mi personaje está a punto de entrar en la noche oscura del alma y siento la imperiosa necesidad de advertirle, hacerle llegar un mensaje. Mi pluma comienza a moverse a su voluntad…
" Querida mía,
Te escribo desde la distancia y la sabiduría del tiempo y la experiencia para decirte lo que me hubiese gustado oír en ese momento en el que te encuentras ahora. Déjame primero que te diga que todo esto pasará, te lo prometo.
Sé cómo te sientes ante el umbral de lo desconocido, créeme. Ese peso que te empuja hacia abajo y contra el que luchas por mantenerte a flote para poder respirar. Y cuanto más llenas tus pulmones, más aire necesitas mientras intentas que todo siga igual a la vez que te ahogas. Te niegas a tí misma que una fría losa te empuja hacia el abismo.
En algún momento, comenzarás a hundirte hacia las profundidades donde la oscuridad no conoce límites. Y cuando la pesadez llegue a esa parte de tu alma, tu sombra, esa gran desconocida a la que nunca te has atrevido a mirar, el aire se volverá tan denso y rancio que sentirás que te asfixias. Todo perderá su color y ahí te darás cuenta de que has tocado fondo. Pero esto también pasará.
En ese fondo pensarás y sentirás que no hay salida pues la oscuridad lo atrapará todo cubriéndo el color de un velo opaco. Cederás al terror de ese vacío donde sentirás un dolor interminable que te consumirá por dentro. Lo sé, sé que es el lugar más terrorífico en el que has estado y pronto, querida mía, te vas a encontrar con ese vacío. No lo habitarás en total soledad, te lo aseguro; buscarás ayuda.
Necesito decirte que, llegado este momento, dejes de resistirte. Deja ir ese peso, suelta la carga y comparte lo que sientes. Luchar sólo lo hará aún más difícil. Sé que piensas que esto va en contra de tí misma, de tus instintos de supervivencia y de todo lo que tú valoras, conoces y has hecho hasta ahora: rendirte no está en tí.
Pero la realidad es que hagas lo que hagas, y por mucho que intentes impedirlo, lo siguiente que ocurre es que mueres. Una parte de tí va a morir para siempre: esa parte que luchó con uñas y dientes contra el peso de la vida morirá intentándolo.
Entonces la reconocerás, le presentarás tus respetos, guardarás luto. Lamentarás la desaparición de esa parte de tu alma. Pero esto también pasará, y créeme cuando te digo que otras emergerán, algunas que ni siquiera sabías que vivían dentro de ti.
Antes de seguir debes comprender que nadie sale de ese abismo sin heridas; las del alma necesitan más tiempo para cicatrizar. Tendrás que esperar. Lo sé, es justo lo que no quieres oír, que necesitas tener paciencia cuando todo se derrumba a tu alrededor y tú sólo quieres que cese el dolor. Pero debes esperar a que esa parte de tí se disuelva en la oscuridad.
Y ahí, en el vacío, permanecerás un tiempo eterno. Hasta ese día cualquiera en el que un rayito de luz se colará entre las tinieblas. .
Querida mía, no esperes fuegos artificiales que anuncien el fin de tu calvario, ni luces de neón que te indiquen el camino a la salida. Será un proceso gradual, parecerá interminable. Pero esto también pasará, te lo prometo. Brillará de nuevo la luz e iluminará otras partes de ti que habías escondido por miedo a tantas cosas.
Esta experiencia cambiará tu perspectiva frente a la vida; la certeza de la existencia de ese vacío hará que nada vuelva a ser “normal”, como antes. Y así debe ser, porque tampoco tú volverás a ser “normal”, como antes, porque ya no serás la misma: es inevitable que el cambio ocurra en ti tras descubrir el sufrimiento y el dolor tras tu propia oscuridad.
Es en ese vacío donde encontrarás quién eres de verdad y qué es para ti la felicidad, y descubrirás que sobrevivir a la noche oscura de tu alma es la historia épica de tu existencia.
Así que prepárate, querida mía, llegan tiempos oscuros para tí. Tendrás miedo, llorarás durante días, no podrás comprender qué te ocurre y te sentirás confusa, perdida y sola, muy sola. Pero recuerda y repítete siempre: esto también pasará.
Desde el corazón,
Laura "
**NOTA: La frase 'Eso también pasará' se cree que está basada en un cuento / proverbio persa, y hace referencia a lo efímero de todas las experiencias que vivimos, tanto buenas como malas. La moraleja tras la historia, que os invito a investigar, viene a decirnos que debemos disfrutar de los momentos buenos porque estos pasarán, pero también de buscar la esperanza en los malos momentos puesto que también llegarán a su fin.
¡No habia escuchado hablar de la ley de la impermanencia! Para mí los cambios con mi luna en Tauro son muy dramáticos. Los evito a toda costa, y eso no es positivo porque la vida y el aprendizaje está justo ahí. En soltar.
Ojo se hablse de esto en los colegios... Esto es un temazo para mí. La educación, me da tanta pena, y tanta rabia lo que se te haciendo con el sistema educativo, con los profesores y los alumnos.
Y con la sociedad en general.
Confío en que estamos dando pequeños pasos hacia un futuro mejor.
Gracias por tus palabras, Clara🙏🙏🙏
Gracias por compartir este mensaje tan íntimo de esperanza, Laura. 😌
Coincido contigo en lo potente que es esa frase, "Esto también pasará", como bastón en el que apoyarse mientras se atraviesa la noche oscura.
Hay gente a la que la idea de la impermanencia les asusta, y yo podría considerarme una de ellas en ciertos aspectos, pues no llevo bien los cambios inesperados; pero ¡qué bendita la impermanencia, cuando hablamos de cambios y desenlaces anhelados! Si no fuera porque la conocemos, los procesos difíciles serían el doble de difíciles...
Pero claro, no se enseña la Ley de la Impermanencia en las escuelas. 😅 Ya podrían...
Me alegra que todo aquello ya haya pasado, que ya quedara atrás. 😌
Un abrazote! ❤️